jueves, 29 de julio de 2010

y como un recurso más de supervivencia intentar hacer feliz al infeliz fue mi última hazaña desde aquel día.
Nunca más se supo nada más de mi.
Nadie queria saberlo, por tanto, me dejaron en el olvido..
Los patos seguían comiendo en el parque, y los abuelos seguian jugando con sus nietos..
Donde estaba mi lugar en esa cadena? No estaba, sencillamente no estaba.
Hay personas, para las que no hay lugar en el mundo.
O quizas si, pero aun no ha sido descubierto.. Tampoco van al cielo, ni al infierno.. simplemente se quedan en el mundo.. viven, y mueren en el mismo mundo..
Lo bueno es que no tienen vida en la vida, ni vida en la muerte, pero aun así viven, y es una decisión muy valiente, y más si la tomas sabiendo que te espera toda una muerte, llena de vida..

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